Spider-Man vs Dracula

¿Se han imaginado un enfrentamiento entre Spider-Man y el vampiro máximo, Dracula? Es una combinación poco común, pero porque no hacerlo. En 1974 Marvel se empezó a dar cuenta con la salida de la serie Marvel Team-Up, que Spider-Man era una mina de oro. Por esos años el trepamuros solo tenía una serie regular que era Amazing. Acompañando a Amazing estaba Team-Up en donde nos presentaban a Spidey haciendo equipo con otros héroes. Esto no fue suficiente para la casa de las ideas que pronto se puso en marcha para sacar una nueva serie para el arácnido. El resultado fue Giant-Size Spider-Man que saldría trimestralmente y no afectaría la continuidad de Amazing, pero si estaría relacionada con Team-Up. Esta serie no llego muy lejos. Fueron seis números los que completaron el primer volumen, ahora olvidados por los años y la infinidad de series dedicadas a Spider-Man.

El primer número contenía el enfrentamiento soñado por los lectores de aquella época: Spider-Man vs Dracula. La historia narraba como es que Peter al intentar llevar una vacuna para en ese entonces, la siempre enferma tía May, llega a bordo de un barco en donde también va el mismísimo Conde Dracula. Suena bastante bien, cierto, lastimosamente el resultado final es totalmente diferente a lo esperado.

Metiéndonos más de lleno a la historia, nos encontramos con la desesperación de Peter por salvar a tía May, que otra vez cayó enferma y espera una vacuna que milagrosamente la cure, como suele ocurrir con ella desde el principio de sus días, hasta la actualidad.  El doctor informa al joven heroe, que dicha vacuna viene en un barco y tardara más de lo planeado. Todo esto, debido a que el doctor que la trae consigo prefiere viajar en barco y no en avión. Peter sabe que no puede hacer nada, pero si su amigo lanzaredes. Es así como Spider-Man le hace una visita a Johnny Storm para que lo ayude a llegar a ese barco. El chico cerillo le presta una nave/avión que pertenece al equipo, que pone a Spidey en el barco lo más rápido posible. A bordo, vuelve a su identidad de Peter Parker y de inmediato se topa con Dracula, que también está ahí en busca del famoso doctor. Por si fuera poco, unos matones también andan tras el médico. Era de esperarse, todo acaba en una pelea grupal donde todos buscan su objetivo siendo Spider-Man el único que lo cumple. Después de despacharse a los matones y confundir a Dracula, Spidey se da cuenta que el doctor no es doctor, sino doctora: Alice Joyce Maxfield. Ella acepta ayudarlo y felizmente viajan a Nueva York en el avión fantástico con la cura para tía May.

Lo más decepcionante de toda esta historia, que por sí sola ya es decepcionante, es que nunca vemos a Spider-Man enfrentándose a Dracula. No hay una pelea mano a mano en esa gran cantidad de páginas con las que contaban los Giant-Size y las cuales eran su garantía de éxito.  Es una trama aburrida que ni nos presenta a Dracula como villano único y dominante, ni explota el pequeño lado detectivesco de Spider-Man, que bien pudo ser empleado aquí. Más bien es un cruce accidental de ambos personajes en una trama enredada sin ton ni son. Len Wein quien se encargo del guion no llego a encontrar la manera de enfrentar al vampiro con la araña y opto por contar una historia alterna bastante floja de principio a fin. Es agradable contar con los dibujos de Ross Andru pero no es suficiente para levantar la pobreza argumental de Wein. Desaprovechando la atmósfera creada, el Spider-Man vs Dracula termina siendo un Spider-Man y Dracula, como bien lo especifica la portada engañosa de John Romita que promee un enfrentamiento que jamas llega.  

Tres años antes de esta historia, Spidey ya había enfrentado a otro vampiro: Morbius, en el Amazing número 101 de 1971. Ese numero casualmente es mas relevante por los brazos de mas que lleva el trepamuros, que por ser la primera aparición de Morbius. Parece que los vampiros no son el fuerte del lanzaredes.