En estos días donde Gwen Stacy enfrentará su destino en el
cine, más de uno me ha pedido mi opinión sobre la leyenda que es en estos días representa el Amazing Spider-Man 121. Bueno, aquí la tienen.
Aunque es recordado por la muerte de Gwen Stacy, el Amazing
Spider-Man 121 es el gran clímax de una historia que se vino gestando desde números
previos y que terminaría con la muerte del Duende Verde en el 122. Aquí el gran
protagonista no es otro más que Norman Osborn; Gerry Conway muestra la faceta más
cruda, fiel y realista del excéntrico empresario. A la par, el escritor hace hincapié
en la inexistente y quebrantable relación de los Osborn. Como factor
determinante las drogas juegan su papel, un tema tabú en esa época y que solo
Spider-Man bajo los hombros de Stan Lee podían tocar de forma tan madura.
En una subtrama que acaba por convertirse en el tema principal
encontramos la muerte de Gwen Stacy, que es dibujada de manera épica y ejemplar
por Gil Kane, quien en un arrebato de maestría coloca la frase Snap a un
costado del cuello de la rubia, dejando la duda entre los lectores. ¿Fue
Spider-Man el causante de su muerte? Décadas
después hay se debate sobre ello.
En repetidas ocasiones y erróneamente, se le adjudica el arte de este comic a
John Romita, aunque este solo se encarga de las tintas. Es cuestión de
detalles, puesto que Gil Kane tiene más finura con el rostro femenino,
entregando a la Gwen Stacy más hermosa de la historia. A su vez, Kane no es tan
espectacular con Spider-Man y dibuja una batalla entre héroe y villano bastante
seca. Lo espectacular llegaría un número mas tarde.
De principio a fin se siente un ambiente perturbado. La sensación
de pesadez. El olor a muerte. Sabemos que alguien va a morir, pero no es hasta
el final y gracias a los tiempos y su narrativa que damos cuenta de ello.
Absolutamente todos los personajes juegan a favor de la historia: una Mary Jane
que muestra incomodidad, ya sea por ver a Harry en ese estado o por el hecho de
tener que soportar la miel entre Gwen y Peter. Robinson y Jameson en sus
papeles y el despiadado resfriado que tiene fatigado a un Peter, quien venía de
pelear con Hulk (AS-119/120)
Aun en el epilogo de la historia, Gerry Conway deja todas
las puertas abiertas para una eventual venganza. Es justamente en este numero
121, donde la gran ingenuidad de Peter Parker termina. Eso coincide con el
final de la edad de plata, y la gran época de Spider-Man, que todavía tendría gasolina
para algunas decenas de números más.
Amazing Spider-Man 121 es el inicio del proceso de maduración
del personaje y refleja de manera extraordinaria la complejidad de Norman
Osborn. Es una historia tan rica, que a pesar de los trágicos hechos termina
por encantar al lector. La inmortalización de Gwen Stacy quien será recordada
por su trágico y puro amor hacia Peter Parker. La chica perfecta.
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