Todos somos superhéroes

Preguntaba hace unos días que era lo que querían ser de niños, porque yo quería ser un superhéroe, uno de esos hombres que combaten el crimen vestidos con trajes extravagantes y mascaras que ocultan su verdadera identidad. Más tarde mientras crecía y perdía gran parte de mi inocencia me di cuenta que esos héroes que veía y leía en los comics no eran reales, que solo eran creación de algún tipo solitario que deseaba lo mismo que yo, ser un héroe.

Pasando ya los 20 años sigo ligado a ese universo lleno de heroísmo a base de viñetas y colores, sigo creyendo que en algún mundo estos tipos existen, pensando en que Batman este rescatando a Ciudad Gótica de las garras del Joker o Spider-Man buscando vender fotos al Bugle, pero también  vivo mi realidad, la realidad de los héroes que no temen revelar sus identidades, esos héroes que hacen algún pequeño intento por hacer de este jodido mundo un lugar mejor para vivir. Aquellos que combaten el fuego con valentía, aquellos que visten de azul e intentan detener el robo al banco, esas madres de familia que con poco hacen mucho, hasta llegar a mí, que le sedo el asiento a una mujer embarazada en el metro, porque todos somos héroes de alguna u otra manera. No necesitamos vestirnos con trajes entallados y tener algún superpoder para ayudar a los demás, tampoco necesitamos del dinero y las armas para hacer el cambio, solo necesitamos una buena intención, esa pequeña intención de hacer las cosas bien e ir por el camino correcto.

Sé que tu también has preferido tirar la basura en el bote y no en la calle aunque tuvieras que recorrer más de una cuadra con ella hasta dar con él, se que tu mas de una vez has ayudado a alguien cuando más lo necesita, se que a veces prefieres sacar un seis en el examen antes que copiar y sabes que, eso te convierte en alguien especial, tal vez para alguien eres un héroe, para tu hermano menor cuando lo ayudas con su tarea, para tu equipo cuando anotas un gol, para tu novia cuando les das tu abrigo o porque no, para esa señora a la cual le dejaste tu asiento en el transporte público.

Todos tenemos un pequeño superhéroe atorado entre nuestras ropas listo para salir en cualquier momento, todos somos héroes a nuestra manera.

Claro que también hay pequeños villanos como toda historia…