‘Black Cat: El mal que hacen los hombres’, fantástica historia

Hace no mucho llego a mis manos una miniserie de Black Cat, en su momento no le tome importancia, haba sido un regalo de un amigo. Rápido fue a dar al montón, ese montón donde uno tiene cosas que ya leyó y no fueron la gran cosa, las que no ha leído y las que nunca leerá. No me percate de la joya que me habían dado hasta hace poco que me di el tiempo. No era ni más ni menos que una miniserie que mejor abordaba a la sexy y juguetona Felicia Hardy: Spider-Man y Black Cat: El mal que hacen los hombres, en ingles The Evil That Men Do.

Me sorprendió ver el nombre de Kevin Smith firmando los guiones, al igual que los espectaculares trazos de Terry Dodson que iban entintados por su esposa Rachel. Apenas leí el primer número me quede enganchado, vaya pedazo de comic estaba disfrutando. La historia consta de seis números, pero en ellos claramente vemos un antes y un después, esto debido a que el buen Smith tardo años en escribir la segunda mitad. Ya saben, el tipo le ha pegado duro al cine.  

No es fácil escribir sobre Felicia Hardy, muchos han sufrido con ella más de lo necesario. Smith no tiene problema en mostrar las dos caras de la felina: la sexy, juguetona siempre rebelde y por otra parte, la mujer detrás del disfraz, víctima de una violación, atrapada entre el arrepentimiento de haber dejado ir vivo a Peter Parker. Si, dije Peter Parker no Spider-Man. En ese momento el cabeza de red seguía casado con la pelirroja, mientras que Felicia llevaba tiempo sin delinquir. Los dibujos de Dodson reflejan perfectamente la química entre la gata y el arácnido. Se siente la atracción que naciera décadas atrás, el pobre Peter tiene que estar con el sentido arácnido a todo lo que da. Vamos, es la mujer más sexy en el mundo de Spidey, además de ser su ex novia y con la tentativa de llevársela a la cama en cualquier momento.

La gata a madurado y eso se lo hace saber a Spidey, peroooo, esto no significa que no empiece el coqueteo extremis (de ambos). Por ahí nos percatamos del sentimiento que aun comparten ambos. El argumento tiene sus altibajos, porque lo dije antes, Smith escribió la serie en dos partes, tomándose bastante tiempo entre ellas, años. La primera parte, la más divertida se centra en este juego de coqueteo entre los encapuchados que están intentado resolver un caso de drogas. La segunda mitad es más seria, presenta un lado de Felicia que pocos había tocado: su adolescencia. Llega a abrirse demasiado y contar hechos de su pasado que ninguno de nosotros conocíamos, pero si olíamos. Para estos últimos números Spider-Man y el colado de Dardevil pasan a segundo plano para que disfrutemos de una historia más madura. No hay bromas, ni chistes clásicos de Spidey, tampoco está el lado sexy/jugueton de Black Cat. Tenemos una historia truculenta envuelta en drama sexual, psicológico y juvenil.

Sin duda es una de las mejores historias de Felicia Hardy-Black Cat. Una joya que ha quedado escondida, por lo menos en México. No sé si alguna editorial la ha rescatado, porque yo me hice de su versión original. Pero seguramente debe de andar circulando en la red por si alguno de ustedes quiere descargársela y echarle un vistazo.

Vale la pena hacerse de ella, inclusive pagando unas monedas de más y tomándose el tiempo de buscarla. Va directa a mis clásicos preferidos.

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