Entonces estamos al final de Spider-Man (2002), y Tobey
Maguire con su mitad de mascara perdida, está luchando a muerte con el Duende
Verde. El trepamuros lo ha vencido, pero como toda película fabricada en Hollywood,
el villano tiene que darle un discurso de redención. ¡Es una trampa, Spidey es
una trampa! Voltereta y el planeador del Duende lo clava a la pared como jamón
en palillo. Esto en realidad paso en los comics, pero de una manera un poco
diferente.
Un número después de la muerte de Gwen Stacy -122-, Peter desesperado y enojado va a enfrentar a su archienemigo Norman Osborn. En una pelea nada pareja como en la película, Spidey tunde a golpes a Osborn. Ya casi al final, antes de matarlo con sus propias manos, el trepamuros reacciona y lo deja vivir. Con lo que no contaba el arácnido era que el planeador del Duende venia tras él y… bueno, el sentido arácnido es la octava maravilla del mundo. Lo esquiva y sale victorioso. No así Norman que es clavado por su propia arma.
Esa fué,en mi opinión, la mejor referencia a los cómics dentro de la película.
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