‘Spider-Men’, la agradable unión de dos mundos

Cuando salió a la venta Spider-Men, esta mini serie que unía a los dos universos de Spider-Man, no me deje seducir por su poder y tarde tiempo en adquirirlo. La idea de unir a los Spidey’s me parecía asombrosa, pero hubiera preferido ver al Peter de Bagley que al Miles de Pichelli, esa es la cuestión. A pesar de ello, después de leerlo quede conforme, me gusto. No tengo muchas quejas sobre su contenido, la principal es el exceso de números, pero a pesar de ello, termino agrandándome.

La idea que nos vende Michael Bendis en cinco números, de más o menos 20, 25 páginas cada uno, resulta un experimento bien logrado, pero huele mas a una de esas historias que se cuentan en cualquier anual, que a una mini serie vende comics. Preferiría leer esto en un anual de cuarenta y pico de páginas, que a la postre fuera un clásico coleccionable, a cinco números de una mini serie, pero… uno no decide.

La historia vive varias etapas, cada número nos cuenta una de ellas.

Numero 1 – Preludio

En un aburrido primer número, Bendis nos señala como es que el Spider-Man del universo Clásico llega al Ultimate, cortesía de Misterio y su tecnología. Porque digo que es aburrido, bueno, son tantas páginas para contar tan poco que Pichelli tiene que hacer uso de ilustraciones grandes, unas llegando a abarcar la mitad de una página. Otras son solo diferentes ángulos o acercamientos. Este preludio realmente no aporta nada a la serie, porque lo que menos nos interesa en una historia como esta, es saber cómo se pueden unir dichos universos. Ni siquiera queremos que estos se unan frecuentemente. A pesar de esto, Pichelli da cátedra de lo buena que es y nos avisa que el arte estará a la altura de lo que uno espera. Nos hace olvidar de lleno al Spidey Ultimate de Bagley.

Numero 2 – El encuentro

El mejor numero de la serie sin duda alguna. El primer encuentro entre ambos Spider-Man es una bomba. La “batalla” entre estos es un deleite gracias a que Pichelli se esfuerza en presentarnos un Peter Parker maduro, con ese aspecto de hombre treintón con complejo de adolescente –que es el Peter actual–, contrastando con un Miles Morales que apenas empieza a descubrir el potencial de sus habilidades y poderes. Miles es aun más delgado que el Peter que conocíamos obra de Bagley, haciendo que el contraste sea mayor. La presencia de Misterio y Nick Fury es la justa, Bendis no quiere que alguien que no sea Spider-Man (cualquiera de los dos) se robe la atención. El número acaba con un pequeño y original guiño al Amazing Fantasy 15. ¡Touché!

Numero 3 – Villano y aceptación

No siempre queremos ver a Spdier-Man peleando y brincando de muro en muro, y menos en una historia como esta. A muchos de nosotros nos gustan, de vez en cuando, historias que vayan dirigidas al plano personal y humano de Peter Parker (como se vivió en el numero 2). En este ombligo o centro de la serie, a Bendis se le ocurre presentarnos el tema heroico en una confrontación donde Misterio saca sus clásicos trucos. Vuelve el bajón que sentimos en el primer número, porque uno empieza a pensar si en realidad esto aporta algo a la historia (no lo hace). Las últimas páginas rescatan otro número que está de más, presentando a Peter asumiendo la realidad: está muerto, por lo menos en ese universo. No hay absolutamente nada que rescatar de este número, podríamos no leerlo y seguir a la perfección el hilo del argumento. Tache para Bendis.

Numero 4 – Rencuentro

Si al número 2 lo describo como el mejor, este número 4 no le pida nada. Es casi tan bueno que eleva el nivel de la serie. Ver a Peter reunirse con la Tía May y Gwen es una basurilla en el ojo que promueve la lágrima. Resulta tan emotivo que uno pasa por alto los feos diseños dados a la rubia y la pelirroja. Esta interacción entre los personajes es una joya que solo en nuestra imaginación ocurría. El gran pero que podríamos ponerle, es que a mi parecer debió durar más. Abarcar por lo menos dos números y sacarle más provecho al encuentro entre Peter y Mary Jane. Quitando ese pequeño pero, Bendis opta por dejarnos con ganas de mas, entusiasmarnos y crear nuestra propia idea de lo que habría pasado si estos personajes pasaran más tiempo juntos. Gran decisión del escritor y otra vez Pichelli realizando un trabajo enorme. Las mejores portadas salieron de aquí.


Numero 5 – ¿El final?

Satisfactoriamente Bendis concluye la historia con un final que no decepciona, pero tampoco se lleva los aplausos, de hecho se aleja de ellos. Se siente un tanto apresurado, inclusive me parece, es el número que cuenta con menos páginas, cuando en teoría, debería ser al revés. Es un final abierto, porque nos deja con dos sensaciones: La primera, ganas de más. Queremos seguir leyendo esto, por fin y gracias al número anterior, nos atrapaste ¡danos más! La segunda es la duda. ¿Qué pasa después? ¿Qué le dice Peter al final? ¿Quién es Miles Moralres en el Universo 616? Inteligentemente Bendis no responda ninguna de estos cuestionamientos, por ahora, dejándonos esa espinita clavada. En todo piensa este hombre.

En general y para rematar, Spider-Men es una linda historia. Bien dibujada, bien narrada, pero con muchos sube y baja. No mantiene la expectación correspondiente, y tampoco aporta mucho a la historia de ambos trepamuros. Llega a centrarse de mas en Peter, olvidándose casi de Miles, quien se supone debe tener más presencia. Aun así, no defrauda dejándonos un muy buen sabor de boca, en espera de una más que probable continuación.

Ya en serio… ¿Quién sera Miles Morales en el universo clásico? 

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