Me parece hasta ahora, que este tercer numero de Edge Of
Spider-Verse se eleva sobre sus antecesores dando una verdadera propuesta de lo
que sería una nueva versión de Spider-Man. Tanto Noir como la Spider-Woman de
Gwen Stacy se mantienen bajo los cánones mas rígidos, necesarios y acartonados
del arácnido, mientras que Aaron Aikman, conocido como The Spider-Man, en este
universo, logra reformular la vieja y gastada fórmula para brindar una visión diferente
y muy interesante del clásico trepamuros.
Se ve poco, pero sucede, Dustin Weaver se encarga de prácticamente
todo: escribe, dibuja, entinta y colorea. El multifacético trabajo de Weaver se
plasma en las páginas de este comic, dándole una privacidad mayoritaria comparándolo con otros trabajos. Me hace recordar a la época que pasamos todos en la
escuela, donde dibujábamos y escribíamos nuestros propios relatos sobre nuestro
personaje favorito.
La inspiración surge de la cultura asiática que se siente,
palpa y ve desde la primera pagina. Retazos de manga adheridos al comic
americano es lo que tenemos, un experimento que pocas veces le vemos a
Spider-Man respaldado por Marvel.
Una historia de amor y sus complicaciones hilan el argumento
que propone a un Spider-Man ayudado por la tecnología de un universo alterno.
El mismo problema de rapidez y poca estabilidad de Noir y Spider-Woman se
siente aquí, pero con mas calidez y mejor sobrellevado gracias a la astucia de
su escritor quien crea personajes más profundos y explorables.
El sobrecargado de ilustraciones y texto no es para nada
molesto como suele suceder en los comics de hoy en día, al contrario, es una bomba
de arte. Elementos que nos haría recordar a un videojuego de Nintendo se
complementan para dar una narrativa constante y plena. El Sci-Fi de Dustin
Weaver se carga a otras tierras no comunes para el aficionado del trepamuros,
que a pesar de vivir en una era donde Spidey lleva tecnología sobre él, esto
luce diferente.
Es cierto que, no termina por encajar y perfilarse debidamente
al evento Spider-Verse, como si lo hizo Noir, por ejemplo, pero no es limitante
alguna para que se mueva exquisitamente hacia un futuro.
Los colores, perspectivas y concepción de personajes,
excelentes.
Edge Of Spider-Verse 3 me llena el ojo y cumple el cometido
de esta serie de números especiales, que no es otro más que desarrollar nuevas
versiones del personaje. Tiene aspectos muy rescatables que no dudo sean inspiración
de alguien más en un futuro. Dustin Weaver muestra buenas cosas y a menos que
Gerard Way, quien culmina Edge ofSpider-Verse, diga otra cosa, el numero tres
se perfila como la joya de la corona.
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