Quien sabe cuánto tiempo más vamos a estar sin información real
sobre el futuro de Spider-Man en el cine, mientras, podemos darle un poco de importancia a Andrew Garfield quien encarnó
a Peter Parker en las dos más recientes películas sobre el trepamuros.
En una entrevista publicada e el sitio Diario Libre Andrew
habla sobre su más reciente producción, un drama titulado 99 Homes, y por qué
no, sobre su trabajo como Spider-Man. Lo más curioso es que en la entrevista el
actor parece hablar en tiempo pasado, como si hubiera terminado su ciclo con el
personaje.
¿Al comparar los efectos especiales de las grandes
producciones con las películas independientes, el trabajo como actor sigue
siendo el mismo o cambia cuando hay en juego más millones de dólares?
No, es todo lo mismo. Cada momento es tan importante como
el último y el próximo. Yo pongo todos mis trabajos en el mismo plato. No hay
diferencias en lo que se refiere a mi pasión, porque sino, no podría ir a
trabajar. Podría, pero se enfermaría mi alma
¿Las películas de Spider-Man cambiaron en alguna forma el
estilo de películas que buscas hoy?
Podrá ser una sorpresa escucharlo, pero yo quería ser Spider-Man
desde que tenía tres años. Y cumplir esa fantasía es tan vital como la próxima
película. Trato no de no pensar demasiado sobre el camino que debería tomar o
donde se supone que debería estar. Trato de hacerle caso a esa voz tan
tranquila que todavía mantengo en mi mente.
¿Cuál dirías que es la lección más importante que aprendiste
del mundo de las súperproducciones?
Aprendí muchísimo con las películas de Spider-Man. Ni
siquiera dormí con la primera película. De verdad, tomé la responsabilidad al
máximo. Traté de dar todo lo que estaba a mi alcance, cada día. Incluso aquellos
días en que sentía que no podía conseguir el nivel emocional que yo quería o no
podía llegar al lugar que yo quería llegar físicamente.
¿Y el hecho de tener un muñeco en las jugueterías con tu
imagen?
Trato de no mirar (risas), pero cuando los vi por primera
vez en una juguetería cuando estaba de compras con mis sobrinos, necesité media
hora para absorberlo. Fue una cura de humildad, una verdadera cura. Pero no es
algo con lo que me identifico. No se siente real. No sentí que fuera yo, pero se
vio bien. Así de simple. Puede sonar extraño, pero no significa nada. Es un
traje. Los niños quieren comprar el juguete de Spider-Man solo cuando tiene la máscara puesta. Sí, la
gente tiene a Peter Parker, pero no tiene nada que ver con el actor que interpreta
el personaje. Tiene que ver con la naturaleza de Peter, de ser una persona
normal, que Spider-Man también sea una persona normal. Eso es lo emocionante. Y
el hecho de tratar de encarnarlo y darle vida para que los vean los niños de
cinco o seis años, es un honor, pero no es nada tan personal.
"Y cumplir esa fantasía es tan vital como la próxima película. "
ResponderEliminarsupongo que eso confirmaría que no lo despidieron.